Description: C:\Users\xpol\Pictures\men-as09-plastics-water-bottle-illustration_resized400x2661.jpgÀQuŽ es BPA?

Desde juguetes a botellas de agua, Àc—mo escoger productos de pl‡stico seguros?

Por Linda B. White, M.D.  (Mother Eart News) traducido Por Sandra Cruz-Pol, PhD. E.E.

Has estado afuera trabajando, ejercit‡ndose, de compras.  Abres su auto y encuentras el interior caliente como un horno.   Con tu garganta seca, alcanzas la botella de agua que ha estado en el auto todo el d’a.   Est‡ caliente. ÀPero por lo menos es agua, cierto?  Agua, s’, pero agua potencialmente llena de qu’micos que emigraron del pl‡stico - productos qu’micos que no son buenos para su salud.   La m‡s reciente investigaci—n cient’fica nos ha dado muchas buenas razones para pensar cuidadosamente en c—mo utilizamos los pl‡sticos. La mayor preocupaci—n con varios tipos de pl‡stico es que contienen los interruptores endocrinos - las sustancias que, cuando est‡n en nuestros cuerpos, alteran la funci—n hormonal normal.  Durante los œltimos a–os, los cient’ficos y los medios han luchado para encontrar respuestas a los misterios tales como pubertad precoz, menores ’ndices de fertilidad en adultos de otra manera sanos, hiperactividad en ni–os, obesidad, y aumento en casos de c‡ncer de pr—stata y del c‡ncer de seno.   Aunque mœltiples factores juegan un papel en todas estas condiciones, un tema recurrente es la cantidad de interruptores endocrinos que infiltran nuestras vidas. 

Efectos de interruptores endocrinos

Los interruptores endocrinos (que se han expandido ahora a alimentos, agua, suelo e incluso el aire que respiramos) incluyen una lista larga de productos qu’micos tales como dioxinas, cadmio, parabenos, bisphenol A, ftalatos, bifeniles polychlorinados (PCBs), productos qu’micos agr’colas, retardadores polibrominados antillamas, y algunos de los ingredientes activos en protectores solares.  Muchos de estos productos qu’micos causan problemas porque pueden m’micar la acci—n del estr—geno natural.  Estos estr—genos extranjeros (tambiŽn conocidos como xenoestrogenos) pueden trastornar el equilibrio hormonal normal, estimular el crecimiento y el desarrollo de tumores reproductivos (pecho, uterino, pr—stata), deteriorar la fertilidad, e interrumpir embarazo.  Peor aœn, muchos pueden cruzar la placenta para afectar al feto y contaminar la leche materna. Los productos qu’micos tales como ftalatos tienen un efecto anti-androgŽnico, significando que interfieren con la testosterona y otras hormonas responsables de las caracter’sticas de sexo masculinas. La exposici—n a estos agentes durante vida fetal y ni–ez temprana puede hacer descarrilar el desarrollo sexual normal y aumentar el riesgo a enfermedades que no llegan a ser evidentes hasta edad adulta, tal como c‡ncer.

Problemas con BPA

Uno de los interruptores endocrinos m‡s preocupantes es un ingrediente comœn en el pl‡stico: Bisfenol A (comœnmente conocido como BPA). Segœn Laura N. Vandenberg, que lleva a cabo un doctorado en biolog’a celular, molecular y de desarrollo, en el ÒCenter for Developmental and Regenerative BiologyÓen Tufts University, ÒBPA es uno de los productos qu’micos de mayor volumen de producci—n en todo el mundo, con sobre 6 mil millones libras producidas cada a–o.Ó Utilizado para producir pl‡sticos y resinas de policarbonato, BPA se encuentra en muchos envases de bebidas, la parte interior de la mayor’a de las latas del alimentos y de bebida (incluyendo latas de soda), tapones de botellas, cubiertos pl‡sticos, envases pl‡sticos de almacenaje del alimento, juguetes, selladores dentales, otros compuestos dentales, tuber’as de agua, lentes de la espejuelos, y m‡s. El policarbonato se mezcla a menudo con otros pl‡sticos para crear productos tales como art’culos de las cajas del telŽfono m—vil, de las piezas del coche, de equipo electr—nico, equipamiento mŽdico y del hogar. Porque BPA est‡ en las tinta de impresoras, peri—dicos y recibos sin carbono, la mayor’a del papel reciclado la contiene, incluyendo las toallas de papel y el papel usados para contener el alimento.

El problema es que BPA emigra del pl‡stico a sustancias vecinas tales como alimento, agua y saliva. El calor, el contacto con sustancias ‡cidas (como el vinagre y la soda) y alcalinas (como el bicarbonato de soda), y el lavado repetido de los pl‡sticos del policarbonato aceleran el proceso. De lixiviados (agua de basura) el  BPA tambiŽn entra al agua subterr‡nea de los pl‡sticos llevados a los vertederos.   Aunque la mayor parte de nuestro insumo sea a travŽs de la dieta, el BPA se puede tambiŽn inhalar, y puede penetrar por la piel a nuestra sangre por medio del agua de ba–o.

Por ser tan invasivo, todos tenemos BPA en nuestro cuerpo. Un estudio por el Centro para el Control y Prevenci—n de Enfermedades de EEUU (Centers for Disease Control and Prevention ) encontr— BPA en el 95 por ciento de muestras de orina.  Est‡ tambiŽn presente en sangre, l’quido amni—tico, tejidos fetales, l’quido ov‡rico y leche materna. Los ni–os y los peque–os ni–os est‡n m‡s expuestos a BPA que los adultos porque – en relaci—n a su tama–o - respiran, beben y comen m‡s, se echan todo a sus bocas, y no tienen la capacidad para limpiar el producto qu’mico de sus cuerpos tan r‡pidamente como los adultos.  La informaci—n sobre los peligros potenciales de BPA viene sobre todo de la investigaci—n animal. En ratas y ratones del laboratorio, incluso las dosis bajas durante el desarrollo temprano alteran los ciclos reproductivos de la hormona en varones y hembras. Espec’ficamente, las hembras tienen pubertad temprana, desarrollo mamario creciente (del pecho), ciclos prolongados (el equivalente a ciclos menstruales), anormalidades cromos—micas en sus huevos, y otros problemas de fertilidad. Los varones tienen menores niveles de testosterona,  poca  esperma y menos m—vil, m‡s esperma anormal, tama–o creciente de la pr—stata, y los cambios que reflejaban un mayor riesgo al c‡ncer de pr—stata. En algunos estudios, los varones y las hembras tienden a pesar m‡s y a tener m‡s grasa en el cuerpo. La exposici—n durante el desarrollo fetal puede alterar la estructura y la funci—n del cerebro, y conlleva a subsecuentes cambios de comportamiento, tales como agresividad creciente, actividad motora deteriorada, comportamiento ansioso y aprendizaje lento.

Los informes de avalœo de riesgo antes de 2004 - particularmente Žsos financiados por los grupos tales como el Consejo Americano de los Pl‡sticos - despreciaron los peligros a los seres humanos considerando que los niveles en seres humanos eran menores que las concentraciones que causaron efectos adversos animales estudiados y en pruebas de laboratorio. 

Sin embargo, Frederick vom Saal, quien tiene un doctorado en neurobiolog’a y es investigador y profesor prominente en la Universidad de Missouri, observa que de 115 estudios de baja-dosis de BPA publicados antes de 2004, 94 encontraron efectos similares al estr—geno en animales. Adem‡s sostiene que, ÒNingœn estudio financiados por la industria ha divulgado efectos significativos de dosis bajas de BPA, aunque m‡s de 90 por ciento del los estudios financiados por el gobierno han divulgado efectos significativos.Ó

En 2007, la Universidad de Chapel Hill Bisphenol de Carolina del Norte un panel de expertos,  Vandenberg incluido y 38 otros expertos, publicaron un informe indicando que los niveles de exposici—n humanos est‡n en conformidad con el nivel que ha probado ser da–ino a ratas y ratones. Adem‡s, estos efectos nocivos en animales de laboratorio estudian las condiciones de salud del espejo que han estado en la subida de seres humanos durante los œltimos 50 a–os: infertilidad, c‡ncer del pecho y de pr—stata, diabetes del type-2, obesidad, desorden de dŽficit de atenci—n (ADD), enfermedades cardiovasculares, autismo, y desarrollo anormal del pene. M‡s investigaci—n es necesaria confirmar estas correlaciones.  A pesar del informe del panel, el Centro para la Evaluaci—n de Riesgos a la Reproducci—n Humana del Programa Nacional de la Toxicolog’a (NTP) de los E.E.U.U. public— un escrito en abril de 2008 que hizo muy poco por sonar la alarma. En junio de 2008, el Consejo de Consejeros Cient’ficos del NTP despreci— aœn m‡s algunos de los riesgos potenciales. En pocas palabras, el NTP expres— una Òcierta preocupaci—nÓ por efectos a los nervios y de comportamiento y efectos sobre la gl‡ndula de pr—stata en fetos, ni–os y ni–os en las exposiciones actuales. Para la misma categor’a de edad, expresaron que hay Òpreocupaci—n m’nimaÓ por los efectos sobre el seno y sobre pubertad temprana en muchachas.  Para los adultos, la preocupaci—n por las exposiciones que afectaban adversamente los embarazos o la salud de —rganos reproductivos fue calificada como Òinsignificante.Ó 

Entre la larga lista de expertos que respondieron al escrito del NTP, la academia americana de pediatr’a dijo menospreciar el informe de los riesgos, particularmente para los ni–os y las mujeres embarazadas, tranquilizar’a falsamente el pœblico. Sarah Janssen, Ôscience fellowÓdel Consejo de Defensa de Recursos Naturales, respondi— al escrito enf‡ticamente: ÒBPA se debe considerar un peligro al desarrollo y a la reproducci—n humana con la evidencia clara de sus efectos nocivos.Ó

Mientras la Agencia de Medicamentos y Alimentos de los E.E.U.U. mantiene que los niveles actuales de BPA son seguros para los seres humanos, el gobierno canadiense declar— t—xico el BPA en abril de 2008, accionando una interdicci—n en el uso de BPA en botellas de bebŽ. Pero en octubre, un grupo de consejeros cient’ficos de la FDA de los E.E.U.U. rechaz— el gravamen, indicando que la agencia no hab’a hecho caso de estudios cruciales y hab’a empleado mŽtodos defectuosos en su investigaci—n. A medida que el gravamen de riesgo del FDA continœa, algunos estados est‡n proponiendo legislaci—n que prohibir’a muchos pl‡sticos que contienen BPA.

Problema con ftalatos

Los ftalatos representan otra omnipresente categor’a de interruptores endocrinos. Utilizado para ablandar el pl‡stico, estos productos qu’micos surgen en los productos pl‡sticos PVC-que contienen, incluyendo:

* juguetes de ni–os

* productos del cuidado personal (cosmŽticos, esmalte de u–as, aerosol de pelo, desodorante, champœs, coladas del cuerpo, perfumes)

* aromatizadores de aire

* repelentes de insectos

 * detergentes y otros productos de limpieza

* lubricantes

* productos del vinilo (cortinas de ducha, impermeables, suelo del vinilo)

* equipo mŽdico (tuber’a, bolsos para l’quidos intravenosos, guantes del vinilo)

* el pl‡stico en bombas para lactancia

* la capa externa en muchas p’ldoras

* mangueras de jard’n

* forros de piscina

* plasticina de jugar (molding clay)

* empaque de alimentos

Con respecto a pacificadores (chupetes o bobos) y chupetas de las botellas de bebŽ, la mayor’a de las compa–’as han cambiado a los materiales a l‡tex y silic—n-basado en su fabricaci—n.

Debido a que los ftalatos no est‡n atados firmemente al pl‡stico, emigran f‡cilmente a sustancias vecinas tales como alimento, agua, aire y saliva.  Los ftalatos est‡n as’ presentes en nuestra orina, sangre, leche materna, saliva, l’quido amni—tico y l’quido seminal.  La preocupaci—n m‡s grande para la salud es la toxicidad reproductiva - particularmente para los varones.   Numerosos estudios en animales atan la exposici—n al ftalato durante el desarrollo fetal a las malformaciones de partes del sistema reproductivo masculino.  Los informes de efectos adversos en hembras no son tan numerosos, aunque niveles m‡s altos de estos productos qu’micos se han asociado al desarrollo temprano del seno en muchachas y a la endometriosis en mujeres.  Los ftalatos en el aire interior se han asociado a asma y a condiciones alŽrgicas. 

En 2005, la Uni—n Europea prohibi— tres compuestos de ftalato de los juguetes de ni–os y de otros productos de ni–os. California ha aprobado una ley que limita la exposici—n al ftalato de los di (2-ethylhexyl) (conocido comœnmente como DEHP). Y Minnesota, Maryland, Maine y Oregon han propuesto una legislaci—n similar.  El estado de Washington pas— recientemente el Acto Seguro de los Productos de Ni–os para proteger a los chiquillos de la exposici—n al plomo, al cadmio y a los ftalatos. 

 

Manteniendo el BPA fuera del alimento y de las bebidas 

Adem‡s de los riesgos potenciales para la salud, hay muchas m‡s razones para reducir el uso de envases de alimento, platos y cubiertos pl‡sticos.  Los pl‡sticos consumen recursos que son en gran parte no renovables (petr—leo crudo y gas natural), su uso contribuye a la basura innecesaria, y su producci—n y degradaci—n crean contaminaci—n.  Aqu’ est‡n algunas medidas de seguridad de BPA para alimento y bebida.

* Eviten las latas. Los Òalimentos conservados son probablemente el mayor contribuidor de BPA en nuestras dietas, no los pl‡sticos,Ó dice Vandenberg.  TambiŽn, ella asevera que los padres deben comprar f—rmula infantil en polvo en vez de l’quida, porque tiene menos exposici—n al BPA debido a la envoltura interior de las latas.

* Si usted utiliza el papel de envoltura pl‡stico, intente encontrar uno que no contiene BPA. Vandenberg dice el problema es que no se requiere que las compa–’as informen del contenido del papel pl‡stico, agregando, los Òestudios demuestran que muchos de estos contienen BPA y otros interruptores endocrinos.Ó

* Caliente y almacene el alimento en envases de cer‡mica o de cristal. La etiqueta Òsirve para microondaÓ en un envase de alimento pl‡stico significa solamente que el pl‡stico no derretir‡. Si el producto contiene BPA, emitir‡ en su alimento m‡s r‡pidamente cuando es caliente.

* Cerci—rese de que las botellas de bebŽ, los pacificadores y los juguetes para los ni–os sean BPA-libre.

* Evite el agua embotellada, especialmente en botellas pl‡sticas. Segœn Food & Water Watch, el agua embotellada es m‡s costosa y no m‡s segura que el agua de pluma. De hecho, es a menudo agua de pluma (grifo) en botella.

* Utilice el metal o los utensilios de madera cuando usted cocina. Utilice tableros para picar de madera en lugar de pl‡sticos, y limpie bien despuŽs de cada uso.  (a menos que el aroma provenga s—lo de  fuentes naturales como aceites esenciales)

* Traiga sus propios envases libres de BPA para las sobras y alimentos para llevar.

* Recicle. Los envases de pl‡stico y el empaquetado est‡n estorbando nuestros vertederos y est‡n lixiviando (filtr‡ndose)  estos interruptores endocrinos en el agua subterr‡nea, adem‡s de estropear el paisaje y la da–ar la fauna.

C—mo evitar los ftalatos

Evitar los ftalatos es desafiador porque no se requieren a los fabricantes enumerarlos como ingredientes del producto.

* Busque Òlibre de ftalatoÓ en la etiqueta de los productos de cuidado personal (especialmente esmalte de u–as). Para la informaci—n sobre los ingredientes de productos, coteje el Web site Campaign for Safe Cosmetics.

* Utilice detergentes, limpiadores y productos sin perfume de cuidado personal. Las fragancias artificiales utilizan comœnmente el ftalato diet’lico (DEP).

* Evite los productos hechos del pl‡stico de vinilo etiquetado generalmente como No. 3 (los impermeables, las cortinas de ducha) y cloruro de polivinilo (tuber’a de PVC, otros materiales de construcci—n, algunos muebles del patio, y algunos juguetes de ni–os y mascotas).

Nota: En 2007, el Consejo de Defensa de Recursos Naturales (Natural Resources Defense Council)prob— 14 ambientadores de aire comunes (air fresheners).  Aunque ningunos de ellos enumeraran los ftalatos como ingrediente, 12 de los 14 contuvieron estos productos qu’micos, incluyendo algunos que indicaban ser Òsin-fraganciaÓ y  Òtodo naturales.Ó  Lea el informe detallado del NRDC en los ftalatos y los ambientadores de aire.

Puede encontrar enlaces a los materiales referidos en este art’culo en los Plastics and Endocrine Disruptors Article Resources, abajo.   adem‡s, vea las revisiones del FDA y las actualizaciones de regla.

 

Linda B. White, M.D., es una catedr‡tica auxiliar en el Department of Health Professions at Metropolitan State College of Denver.

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